Por: Yeison Estiven Blanco Llanos y María Valentina Rodríguez

Soacha, Cundinamarca

Hace un año tuve un problema con mi cuenta de correo. Me encontraba realizando un trabajo para la escuela y busqué asesoría por Internet. Una persona me contestó y pidió mis datos personales para poder ayudarme con el informe, y yo accedí.

Tiempo después esa persona me volvió a escribir y me dijo que había ganado un premio. Para recibir el premio me pidió que por favor ingresara mi número de cuenta de banco o la de mis padres para hacerme llegar el premio. Me pareció un poco raro que me solicitara esa información y le dije que no le daría esos datos, pues son confidenciales. Esta persona me contestó amenazadoramente y me dijo que me hackearía todas mis cuentas si no le daba la información.

Más tarde todas mis cuentas se bloquearon y mi información se hizo pública. Al ver que todas mis fotos, videos e información quedaron expuestas decidí que lo mejor que podía hacer era denunciar.

La reflexión de esta situación es que no debemos darle nuestros datos personales y bancarios a desconocidos ya que podríamos llegar a ser víctimas de fraude electrónico o Phishing . Seamos cuidadosos con los datos que damos en Internet.

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